...Y llegará, pues, el día en el que sentirás la necesidad de
admitirlo, de asumir que tu pasado no es más que eso: un tiempo
pretérito, ...un pasado. Un pasado, en el cual habrás llegado a
experimentar una sucesión de vivencias, algunas de las cuales, sin duda,
habrán sido positivas; otras, sin embargo, negativas. Incluso, puede
que las hayas llegado a conocer horrendamente perniciosas. Pero, todas
ellas, indiscutiblemente, acontecidas durante determinadas fracciones de
un tiempo limitado que te corresponde
como ser vivo, y que has recibido a modo de obsequio. Muy importante el
hecho de que dicho tiempo lo hayas sabido gestionar de un modo
inteligente, es decir, en beneficio propio y en el de los demás. De no
ser así, aún a pesar de contar con el privilegio de pertenecer a la
única especie dotada de raciocinio, amigo mío, créeme que te soy
sincero, al menos una parte de tu vida, la habrás desaprovechado por
completo. Y, lamentablemente, pensar en la posibilidad de disfrutar de
segundas oportunidades, en esto, es imaginar algo que, ya de entrada, se
ve inviable.
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Paco Fernández