Quino(*), en el Parque de San Francisco, en Oviedo, junto a su creación, Mafalda |
Con este tipo de declaraciones, uno, no puede más que sentir auténtica vergüenza ajena. ...Una enorme y desagradable vergüenza. Porque, gracias a ellas, se enteran en el resto del mundo con qué representantes locales tenemos la desgracia de contar todos los ovetenses, que , por cierto, no creo que nos los merezcamos. Oviedo, es una apacible y pequeña ciudad, conocida a nivel mundial, sobre todo y por encima de todo, gracias a los Premios Princesa de Asturias, hasta hace bien poco, Príncipe de Asturias. Dichos premios, son los segundos en importancia después de los Novel y están destinados a reconocer la labor científica, técnica, cultural, social y humana realizada, a lo largo de los años, por personas, instituciones o grupos de personas. Mediante ellos, se otorga, a los galardonados, un merecido reconocimiento a su trabajo. Trabajo este, siempre, en beneficio de la humanidad, de la cultura o de la paz mundial. Las distintas áreas que se premian son las siguientes: artes, ciencias sociales, comunicación y humanidades, investigación científica y técnica, deportes y letras.
Como dijo Graciano García, fundador y promotor de los Príncipe de Asturias, "son los premios de la concordia, no los del enfrentamiento". Su celebración anual, genera mucho más dinero (no solo para Oviedo) del que cuesta su mantenimiento, sin olvidarnos de una buena cantidad de puestos de trabajo, tanto directos como indirectos. Que esta señora llegue a un ayuntamiento como llegó, es decir, sin contar con el apoyo mayoritario de los ciudadanos, y se permita salir con este tipo de sandeces, demuestra que lo que desea, por mucho que nos intente convencer de lo contrario, es la polémica, el enfrentamiento, el protagonismo. En definitiva, la creación de más problemas y divisiones. Nada de trabajar por el bien común, por los intereses de la ciudadanía, por mejorar sus condiciones de vida. Es pura fachada y palabrería para sus seguidores. En realidad, ella y personajes como ella, son los auténticos problemas que tienen Oviedo y algunas otras ciudades. Son gobernantes que no gobiernan; simplemente, tienen ocurrencias para demostrar que son diferentes, que con ellos ha llegado el cambio. ¡¡...Y, menudo cambio!!. Los votantes de estos personajillos, deberían recapacitar, pensárselo sosegadamente: si, realmente, con su elección, habrán acertado o, por el contrario, habría sido una equivocación haberles situado en sus respectivos cargos para que les representen. Como experimento, ya está bien, ya afloran sus verdaderas intenciones. Tampoco es necesario realizar un esfuerzo titánico para llegar a percibirlas.
(*) Quino, humorista gráfico e historietista hispano-argentino, galardonado con el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en el año 2.014
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Paco Fernández