“En atención a que no tengo gran memoria, circunstancia que no
deja de contribuir a esta especie de felicidad que dentro de mi mismo me he formado…”, Mariano José de Larra -
Escritor Español -
- De algunos instantes,. con el paso del tiempo, quizás por su transcendencia, por su importancia para nosotros, nos acordaremos más claramente
- Con los “recuerdos perdidos”, tenemos realmente la posibilidad de que sean reactivados de alguna manera.
- Existen, según algunos estudios científicos, una memoria a largo plazo y otra a corto plazo.
Como ya he comentado en alguna otra ocasión en
este blog, nuestra vida está plagada de momentos, unos buenos y otros, quizás,
no tan buenos pero, todos ellos, al fin y al cabo, vivencias que iremos acumulando a lo largo de los años y que, si las gestionamos adecuadamente,
se convertirán en experiencias y aprendizajes que ejercerán una gran influencia a lo largo de toda nuestra existencia.
Gracias a ello, creceremos como personas, maduraremos, nos desarrollaremos. De
algunos de estos instantes, yo estoy convencido de que, con el paso del tiempo, quizás
por su trascendencia, por su importancia para nosotros, nos acordaremos más claramente.
Sin embargo, de otros, aparentemente, no tendremos demasiada consciencia de que se hayan producido, apenas los
recordaremos o nos parecerá que los hemos olvidado por completo. De todos
modos, estas vivencias, cada una de ellas, nos acompañarán a lo largo de
nuestra vida, sin que podamos deshacernos de ellas del todo.
Según yo lo veo, insisto, creo que un gran número de nuestros recuerdos, a pesar de estar ahí, de forman parte de nosotros
mismos, no los percibimos como tales. Son los “recuerdos perdidos u ocultos”. Están
escondidos, como aletargados, existiendo realmente la posibilidad de que en un determinado
momento salgan, afloren a nuestra memoria, se reactiven de alguna manera. Este
hecho puede ocurrir, por ejemplo, gracias a algún acontecimiento o situación específica
que nos haga revivir, recordar ciertas vivencias pasadas, acontecidas con
anterioridad, en otro instante de nuestra vida, tal vez hace mucho.
Creo que podemos decir, sin duda, que el
cerebro es el órgano de nuestro cuerpo más complejo, pero también el más
investigado. Según distintos estudios científicos llevados a cabo, existe una
memoria a corto plazo y otra a largo plazo, dependiendo de si hacemos
referencia a sucesos acaecidos con más o menos distancia en el tiempo. Dichos estudios,
todos ellos, han llegado a la misma conclusión: nuestro cerebro, nuestra
memoria, tiene almacenados hechos que aparentemente habíamos olvidado para
siempre. …Pero, estos, se puede llegar a estimular, a reavivar y, por lo tanto, conseguir recordarlos
nuevamente.
Termino ya con una pequeña anécdota personal. Hace poco recibí en mi cuenta de Facebook la petición de amistad de una chica a la que, en principio, no conocía. No obstante, comprobando que era natural del Occidente de Asturias, lo mismo que yo, y que teníamos algunos "Amigos" comunes, la acepté. Pronto, me llamó la atención su nombre y empecé a pensar en la posibilidad de que fuese una compañera de colegio a la que no había vuelto a ver desde que teníamos 14 ó 15 años. Se lo comenté y, efectivamente, así era, la misma. ¡Qué tiempos aquellos, con tan pocas preocupaciones!.
Pues bien, os aseguro que esto me hizo pensar en aquellos años, estudiando 7º y 8º de E.G.B., en La Caridad. ...Y eso que, para mi, todo hay que decirlo, no fue precisamente mi mejor época, llena de momento especialmente buenos. Los hubo, claro que sí, pero también unos cuantos bastante desagradables y amargos, puesto que, por entonces, comenzaron a manifestárseme algunos pequeños problemas relacionados con mi salud. No obstante, me vinieron a la memoria situaciones que creía olvidadas: en clase con mis maestro/as, con los compañeros, en los recreos, en el comedor, ... Me encantó recordar aquellos años de adolescente. ¡...Quién los volviera a coger!.
Termino ya con una pequeña anécdota personal. Hace poco recibí en mi cuenta de Facebook la petición de amistad de una chica a la que, en principio, no conocía. No obstante, comprobando que era natural del Occidente de Asturias, lo mismo que yo, y que teníamos algunos "Amigos" comunes, la acepté. Pronto, me llamó la atención su nombre y empecé a pensar en la posibilidad de que fuese una compañera de colegio a la que no había vuelto a ver desde que teníamos 14 ó 15 años. Se lo comenté y, efectivamente, así era, la misma. ¡Qué tiempos aquellos, con tan pocas preocupaciones!.
Pues bien, os aseguro que esto me hizo pensar en aquellos años, estudiando 7º y 8º de E.G.B., en La Caridad. ...Y eso que, para mi, todo hay que decirlo, no fue precisamente mi mejor época, llena de momento especialmente buenos. Los hubo, claro que sí, pero también unos cuantos bastante desagradables y amargos, puesto que, por entonces, comenzaron a manifestárseme algunos pequeños problemas relacionados con mi salud. No obstante, me vinieron a la memoria situaciones que creía olvidadas: en clase con mis maestro/as, con los compañeros, en los recreos, en el comedor, ... Me encantó recordar aquellos años de adolescente. ¡...Quién los volviera a coger!.
_____________________________________________________________________________________
Como comento, a nivel general, en el apartado "BIENVENIDO/A" de este blog, el tema que aquí he abordado, como todos los demás, ha sido redactado e ideado por mi en su totalidad. He tratado de reflexionar y exponer mi humilde opinión personal y, como tal, no tiene otra validez, siendo totalmente discutible.
_____________________________________________________________________________________
Así Pienso. Así te lo he contado. … En Breve,
Nueva Publicación
_____________________________________________________________________________________
------ >>>> Mi Perfil en Facebook: http://www.facebook.com/valdepares <<<<------
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar con tus comentarios.
Para evitar cualquier tipo de SPAM y/o mensajes ofensivos, antes de ser publicados, deberán ser aprobado.
Un saludo,
Paco Fernández