Nota Inicial .- La anterior publicación, titulada EL ODIO: LA VENGANZA DE UN COBARDE - Parte I,se puede considerar como introducción a esta. En ella, he abordado el mismo tema, es decir, el odio, pero referido a nivel general, entre las personas, entre los seres humanos. Aquí se refiere a miembros de la familia. Es doblemente triste cuando ese rencor, ese resentimiento, ocurre dentro de nuestro “ grupo familiar “, entre personas unidas por lazos de sangre. Os aseguro que hay que pasar por ello. …Y, aún así, por más que lo intento, yo no termino de entenderlo.
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" A una madre se la quiere
siempre con igual cariño
y a cualquier edad se es niño
cuando una madre se muere ".
José María Pemán - Escritor y dramaturgo español -
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La más bella palabra en labios de un hombre es la palabra madre, y la llamada más dulce: madre mía. – Khalil Gibran -
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No hace mucho, mientras
hablaba con un compañero de trabajo, este me hizo el siguiente comentario:
- Paco, cada vez entiendo menos a la gente. ¿Por qué algunos se comportarán tan
mal?. ¿Por qué serán tan “cabroncetes”?
- ¿A qué te refieres? ¿Por qué lo dices?, - le contesté -
- Verás, …Hicimos mi mujer y yo, – prosiguió contándome, – un viaje fuera de Asturias con un matrimonio
mayor amigo nuestro y, llegada la hora de comer, decidimos parar en un
restaurante próximo a la autovía. … El caso es que cuando casi habíamos
terminado e íbamos por el postre, la señora, mirando fijamente a un señor que
se encontraba en otra mesa a pocos metros, dijo:
- Casi aseguraría que a ese hombre que está ahí comiendo, le conozco. Me suena
mucho su cara y no sé de qué
Intervino, entonces, su
marido y le respondió:
- ¡Cómo no le vas a conocer, mujer!. …Es tu hijo Pedro; lo que pasa es que hace
muchos años que no le ves
- Nuestros amigos, entonces, nos contaron que hacía bastante tiempo que, ni él,
ni sus hijos, iban a verlos. Que el
contacto con ellos se había perdido por completo
- Una vez pagada la cuenta, nos marchamos y nadie se saludó. … Y eso que, el
mencionado caballero, de vez en cuando, miraba hacía sus padres pero, al ser
“descubierto”, se hacía el loco
Increíble pero cierto; me
temo que esta no sea una historia aislada y casos parecidos se estén dando con
más frecuencia de lo que a simple vista pudiera parecernos.
Algunas personas se enfadan,
se enemistan con demasiada facilidad con mucha gente, incluso, con su propia
familia, con sus padres, de manera que pueden llegar a desear romper todo tipo
de lazo, de unión, con ellos o con sus hermanos, hasta el punto de tramitar
legalmente el cambio de apellidos, creyéndose que, de esta forma, se
desvinculan totalmente de ese parentesco que no quieren. Pierden el contacto
con los suyos durante años o para siempre, sin que sea posible, para ellos,
alcanzar algún tipo de reconciliación. Normalmente, este contexto suele
producirse tras un pequeño incidente,
quizás por alguna tontería o por un simple mal entendido. Puede ocurrir, de eso
estoy más que seguro, que existan casos en los que ni siquiera haya habido motivo
alguno para que esta situación llegase a producirse.
Veréis ..., la convivencia, como ponía de manifiesto en la publicación anterior, EL ODIO: LA VENGANZA DE UN COBARDE - Parte I, en ocasiones, es difícil, incluso, con nuestra familia. Surgen diferentes pareceres que, en demasiadas ocasiones, pueden llevarnos a discusiones, donde cada uno intenta hacer ver a la otra parte que su postura en tal o cual asunto es la correcta y la más acertada. Con nuestros propios padres, con nuestra madre, podemos tener, sin embargo, diferentes opiniones y, llegado el caso, algún que otro enfado. Pero estos, si los hay, lo lógico y razonable, es que duren muy poco, como mucho, varios días. Nunca pueden ni deben alargarse en el tiempo y mucho menos ser permanentes. No debemos jamás privarles de nuestra presencia, de nuestra compañía, además de demostrarles día a día nuestro enorme aprecio, cariño y agradecimiento por todo cuanto han hecho por nosotros.
Veréis ..., la convivencia, como ponía de manifiesto en la publicación anterior, EL ODIO: LA VENGANZA DE UN COBARDE - Parte I, en ocasiones, es difícil, incluso, con nuestra familia. Surgen diferentes pareceres que, en demasiadas ocasiones, pueden llevarnos a discusiones, donde cada uno intenta hacer ver a la otra parte que su postura en tal o cual asunto es la correcta y la más acertada. Con nuestros propios padres, con nuestra madre, podemos tener, sin embargo, diferentes opiniones y, llegado el caso, algún que otro enfado. Pero estos, si los hay, lo lógico y razonable, es que duren muy poco, como mucho, varios días. Nunca pueden ni deben alargarse en el tiempo y mucho menos ser permanentes. No debemos jamás privarles de nuestra presencia, de nuestra compañía, además de demostrarles día a día nuestro enorme aprecio, cariño y agradecimiento por todo cuanto han hecho por nosotros.
Voy a referirme de un modo
muy especial a nuestra MADRE, con la cual debemos y tenemos la obligación, como
hijos, de ser especialmente cuidadosos. Ella, que nos trajo al mundo, tiene una
importancia enorme en la vida de todos nosotros. En primer lugar, simplemente
porque quiso, estamos “aquí”, tenemos eso: VIDA. Ha dado todo por nosotros; además de llevarnos en su
vientre durante unos nueve meses de gestación, desde nuestro nacimiento, nos ha
educado, nos ha ayudado a dar los primeros pasos, nos ha enseñado a pronunciar los
primeros vocablos, nos llenó de consejos y buenas enseñanzas, tanto de palabra como dándonos ejemplo, …su buen ejemplo. Siempre ha
estado pendiente de nuestro bienestar, a costa, posiblemente, de padecer ella algunas
privaciones si ello fuese necesario, y asegurándose de que avanzábamos por el
camino correcto.
La mayor preocupación de su vida, siempre hemos sido sus “retoños”, tanto de pequeños, como cuando ya éramos más mayorcitos y teníamos nuestra propia familia. Posiblemente haya renunciado a muchas cosas que le agradaban, como por ejemplo, tener una vida profesional fuera del domicilio. Pero, ELLa, desde el mismo momento de nuestro nacimiento o, incluso antes, lo tuvo muy claro; supo lo que prefería, eligiéndonos. …Y todo ello, por supuesto, sin protestar, sin quejarse; sin esperar nada a cambio. Simplemente por la satisfacción personal de “tenernos” y ayudarnos, para que un día fuésemos personas de provecho.
La mayor preocupación de su vida, siempre hemos sido sus “retoños”, tanto de pequeños, como cuando ya éramos más mayorcitos y teníamos nuestra propia familia. Posiblemente haya renunciado a muchas cosas que le agradaban, como por ejemplo, tener una vida profesional fuera del domicilio. Pero, ELLa, desde el mismo momento de nuestro nacimiento o, incluso antes, lo tuvo muy claro; supo lo que prefería, eligiéndonos. …Y todo ello, por supuesto, sin protestar, sin quejarse; sin esperar nada a cambio. Simplemente por la satisfacción personal de “tenernos” y ayudarnos, para que un día fuésemos personas de provecho.
Durante nuestro crecimiento
y desarrollo, especialmente siendo pequeños, daba lo mismo que se sintiera
cansada o no. En todo momento estaba ahí, con ganas de cuidarnos y ayudarnos, siempre a nuestra disposición. Ella, posiblemente haya sido la única
persona que conozcamos a lo largo de toda nuestra vida que nunca, nunca nos
falle, nos deje “tirados”. Con ella siempre, mientras está viva, podemos contar y
acudir solicitándole ayuda. Jamás nos decepcionará, aunque nosotros le
decepcionemos a ella.
Todo eso y muchísimo más que
no puedo poner por falta de espacio, …eso, eso es el cariño de verdad, el
auténtico, el extraordinario AMOR DE MADRE. Seamos agradecidos y, cuando los
papeles se inviertan, es decir, cuando ella sea la necesitada de ayuda, debido
a los problemas propios de la edad, acudamos y volquémonos para prestarle los
cuidados necesarios; hagamos que se sienta correspondida. Que vea que su
ejemplo y su buen hacer a lo largo de los años ha dado como fruto a un buen
hijo, a una buena hija. En definitiva, a una BUENA PERSONA.
Con ella, con nuestra madre, sinceramente, creo que tenemos un vínculo especial que dura toda la vida. Si este se rompe, desde luego, es por culpa nuestra, nunca suya. No tenemos ningún tipo de justificación ante una pérdida de contacto o de relación.
Con ella, con nuestra madre, sinceramente, creo que tenemos un vínculo especial que dura toda la vida. Si este se rompe, desde luego, es por culpa nuestra, nunca suya. No tenemos ningún tipo de justificación ante una pérdida de contacto o de relación.
Mirar, … yo tengo un hijo. Para mí es normal y así lo creo: la unión de él con su madre, el vínculo que le une a ella, es diferente al mío, su padre. Yo no me he de sentir celoso por ello. No pretendo decir que quiere más a mamá que a papá. No estoy hablando de eso. Nos quiere a los dos. Pero, la madre, la que le ha parido; …eso es algo diferente.
Por otra parte, debemos
pensar que los hijos aprenden de los padres. Si no nos portamos correctamente
con los nuestros, no debería extrañarnos que, llegado el momento, ellos hagan lo
mismo. … Porque nosotros, que hoy somos relativamente jóvenes y tenemos buena
salud, si todo va bien, mañana seremos mayores y, lo normal, es que también
tengamos los achaques propios de la edad y estemos necesitados de ayuda y,
sobre todo, muy especialmente, de cariño, de ternura, de amor, …; por supuesto,
de los nuestros, de nuestros hijos.
Ya para terminar, quisiera resaltar la importancia que para mi tiene lo que ya llamo "el saber estar". Consiste en aparcar los posibles problemas, dejarlos a un lado, si las circunstancias así lo exigen. Ante un imprevisto como un accidente, una enfermedad, ...., no tenemos ningún tipo de excusa si seguimos siendo cabezones y "nos hacemos los locos" como si ello no fuera con nosotros. En caso de darse alguna de estas situaciones, debemos olvidarnos de todo y acudir. Por el amor de Dios, ...son nuestra familia, nuestros padres, nuestra madre.... Lo contrario sería inhumano, no tener ningún tipo de corazón hacía nuestros progenitores que, insisto, lo han dado todo por nosotros, aunque creamos lo contrario.
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Ya para terminar, quisiera resaltar la importancia que para mi tiene lo que ya llamo "el saber estar". Consiste en aparcar los posibles problemas, dejarlos a un lado, si las circunstancias así lo exigen. Ante un imprevisto como un accidente, una enfermedad, ...., no tenemos ningún tipo de excusa si seguimos siendo cabezones y "nos hacemos los locos" como si ello no fuera con nosotros. En caso de darse alguna de estas situaciones, debemos olvidarnos de todo y acudir. Por el amor de Dios, ...son nuestra familia, nuestros padres, nuestra madre.... Lo contrario sería inhumano, no tener ningún tipo de corazón hacía nuestros progenitores que, insisto, lo han dado todo por nosotros, aunque creamos lo contrario.
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- Tema Musical : Running on Faith
- Intérprete : ERIC CLAPTON
- Año : 2.001
- Género : Pop
- Título Album : Believe in Life
- Notas :
Así Pienso. Así te lo he contado. … En Breve,
Nueva Publicación. Te espero ...
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Paco Fernández