Los seres humanos, a lo largo del curso de nuestra vida, iremos pasando por una serie de situaciones y acontecimientos que no siempre serán agradables. Tendremos buenos momentos pero también los habrá malos, de desanimo, que nos cueste trabajo afrontar. Estas vivencias o situaciones son las que nos permite ir desarrollándonos como personas, madurando, adquiriendo unas experiencias y aprendizajes vitales a las cuales no nos queda más remedio que ir adaptándonos, tanto si son de nuestro agrado como si no, y que nos ayudarán a disfrutar de una mejor y más rica vejez.
A esta, a la vejez, a ser mayores, a tener una avanzada edad, todos nosotros queremos llegar o, por lo menos, eso pretendemos. Pero, pensemos, por un momento, ¿ cómo nos gustaría que esa etapa de nuestra vida trascurriera ? Personalmente creo que lo ideal debería consistir en vivir de una forma muy tranquila, sin sobresaltos ni grandes preocupaciones, disfrutando de la familia, sobretodo de los hijos y de los nietos, si fuera el caso. Llena de paz interior, de alegría y de satisfacción por lo que se ha conseguido, por lo vivido a lo largo de los años, creyéndose cumplidor del papel que nos haya tocado realizar. Sabedor del “ deber cumplido “, siempre dentro del rol que a cada cual nos haya correspondido.
Pero esto, lamentablemente, es la teoría. En la práctica, la mayor parte de la gente mayor suele estar enfrascada en sus recuerdos, en sus añoranzas, en sus problemas de salud o de otro tipo; a veces en soledad, dicen que la peor de las enfermedades, sin sentir la cercanía y el cariño de su familia, bien porque no la tienen o bien porque todos están demasiado ocupados en otros asuntos.
Por eso, desde aquí, quisiera apoyar públicamente la labor que realizan municipios como El Franco y Tapia de Casariego que, desde hace muchos años, vienen homenajeando a la gente mayor durante un día. Lo hacen a pesar de la crisis y sin tener en cuenta el color político que gobierna. Es algo maravilloso y de tener en cuenta. De todas formas, ellos, los mayores, se merecen eso y mucho más; se merecen el reconocimiento, el respeto y el cariño durante los 365 días del año. Este reconocimiento, respeto y cariño sería deseable que comenzase en su casa, en el hogar, con la familia.
A modo de reflexión, quisiera terminar con dos citas. La primera fue pronunciada por el gran cineasta y escritor sueco Ingmar Bergman (1.918 – 2.007 ). Dice así:
“ Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube, las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre y la vista más amplia y serena. “
La segunda cita, de la que podemos extraer que el sentirse UN VIEJO es cuestión de mentalidad, corresponde al orador, escritor y político romano Cicerón ( 106 a.c. - 43 a.c. ). Dice:
“ Preferiría ser viejo antes de tiempo que serlo antes de la vejez. “
Alguien dijo esta frase que me ha gustado mucho : " Un hombre no envejece cuando se le arruga la piel sino cuando se arrugan sus sueños y sus esperanzas ".
ResponderEliminar¡ Qué gran verdad !.
Una persona, independientemente de su edad, que no tiene sueños, ilusiones, curiosidad por aprender, proyectos en la vida, ... esa persona, está como muerta, sin vida.
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