La mayor parte de las personas tenemos o hemos tenido la fortuna de
contar a lo largo de la vida con alguien que nos ha marcado, que ha
dejado una profunda huella en nosotros, en nuestra personalidad, en
nuestro carácter. Importante: que hayamos sido capaces de darnos cuenta,
de percibir este hecho a tiempo. Y agradecérselo.
Estimado asturiano español Paco: no hay mayor felicidad que aprender a agradecer y a pedir perdón de corazón. Tu atalaya está embellecida: enhorabuena. Me alumbras y acompañas y por ello debo darte las GRACIAS.
ResponderEliminarUn abrazo desde Buenos Aires,
Fer
Muchísimas gracias María PAZ por tus palabras. Me animan mucho a continuar escribiendo y publicando. No tienes nada de qué pedir perdón. Todo lo contrario. Soy yo el que te lo pide a ti porque, a pesar de que me encanta lo que publicas, no dispongo del tiempo necesario para leer todo y comentártelo. Gracias y un abrazo, María PAZ.
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