"Mi ideal político es el democrático. Cada uno debe ser respetado como persona y nadie debe ser divinizado.” - Albert Einstein, físico alemlán de origen judío -
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Hace pocos días comentábamos un amigo y yo lo equivocados que estaban todos aquellos que se permitían generalizar, juzgar por igual a un colectivo en su totalidad. Me decía él, bromeando, que sólo existía un gremio a cuyos miembros, a todos ellos, se podían “meter en el mismo saco”, a los políticos. Estos sí que eran exactamente idénticos, únicamente estaban ahí, en política, por sus intereses.
¡Hombre!, …yo prefiero pensar que ni a estos. Confío en no equivocarme pero tiene que haber alguno entre ellos que se comporte de manera honrada, que trabaje duramente, que actué de modo austero y que se desviva por dedicar su tiempo en beneficio de los ciudadanos, de la comunidad. Insisto, no creo que yo sea un ingenuo; quiero confiara que entre todas las ovejas negras, alguna blanca sí que tiene que haber.
Lo que sí estoy totalmente de acuerdo es que la clase política, en general, se ha ganado a pulso esa mala reputación, esa desconfianza por parte de la gente, de los electores. Por lo tanto, no es de extrañar que todo el mundo esté descontento, desengañado, harto ya, independientemente del color político de cada partido. Lo que ocurre, por otra parte, es que la gran mayoría de la gente tiene muy mala memoria y a eso ellos le sacan un beneficio, se saben aprovechar de ello. Los electores, cuando un determinado partido lo hace mal, se olvidan de que el anterior también lo había hecho igual de mal o peor. …Y, llegado el momento de la celebración de comicios electorales, vuelven a votarles. Basta ver que, en España por ejemplo, desde hace muchos años están gobernando los de siempre. Tenemos dos partidos mayoritarios. Unos años están unos y luego los otros; al existir ya un descontento con estos segundo, vuelven a salir elegidos los primeros y así sucesivamente. Se trata de un proceso cíclico. Cada un número determinado de años, regresan al gobierno los de antes. ¡Ay, …que memoria la nuestra!. No nos cansamos de tropezar siempre con la misma piedra.
Llevo ejerciendo mi derecho a voto cuando se celebran elecciones desde los 18 años. …Y de eso ya llovió. No sé lo que haré en los próximos comicios. Por primera vez me lo estoy planteando. Tengo tres posibilidades: voy a votar por el partido “menos malo”, deposito mi voto en blanco o me olvido de pasar por el colegio electoral.
Pienso que cualquiera de nosotros tenemos motivos de sobra para preguntarnos: realmente, esta gente, los políticos, ¿merecen nuestro voto?. ¿Le damos, a alguno, a algún partido, nuestra confianza?. ¿Se la merecen, …o llevaremos un nuevo desengaño, una nueva decepción?. Habrá que pensar en ello...
…Y tú, ¿qué opinas?. ¿Estás de acuerdo? ¿Confías en los políticos?.
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Palacio de la Moncloa |
¡Hombre!, …yo prefiero pensar que ni a estos. Confío en no equivocarme pero tiene que haber alguno entre ellos que se comporte de manera honrada, que trabaje duramente, que actué de modo austero y que se desviva por dedicar su tiempo en beneficio de los ciudadanos, de la comunidad. Insisto, no creo que yo sea un ingenuo; quiero confiara que entre todas las ovejas negras, alguna blanca sí que tiene que haber.
Lo que sí estoy totalmente de acuerdo es que la clase política, en general, se ha ganado a pulso esa mala reputación, esa desconfianza por parte de la gente, de los electores. Por lo tanto, no es de extrañar que todo el mundo esté descontento, desengañado, harto ya, independientemente del color político de cada partido. Lo que ocurre, por otra parte, es que la gran mayoría de la gente tiene muy mala memoria y a eso ellos le sacan un beneficio, se saben aprovechar de ello. Los electores, cuando un determinado partido lo hace mal, se olvidan de que el anterior también lo había hecho igual de mal o peor. …Y, llegado el momento de la celebración de comicios electorales, vuelven a votarles. Basta ver que, en España por ejemplo, desde hace muchos años están gobernando los de siempre. Tenemos dos partidos mayoritarios. Unos años están unos y luego los otros; al existir ya un descontento con estos segundo, vuelven a salir elegidos los primeros y así sucesivamente. Se trata de un proceso cíclico. Cada un número determinado de años, regresan al gobierno los de antes. ¡Ay, …que memoria la nuestra!. No nos cansamos de tropezar siempre con la misma piedra.
Hemiciclo del Congreso de los Diputados |
Llevo ejerciendo mi derecho a voto cuando se celebran elecciones desde los 18 años. …Y de eso ya llovió. No sé lo que haré en los próximos comicios. Por primera vez me lo estoy planteando. Tengo tres posibilidades: voy a votar por el partido “menos malo”, deposito mi voto en blanco o me olvido de pasar por el colegio electoral.
Pienso que cualquiera de nosotros tenemos motivos de sobra para preguntarnos: realmente, esta gente, los políticos, ¿merecen nuestro voto?. ¿Le damos, a alguno, a algún partido, nuestra confianza?. ¿Se la merecen, …o llevaremos un nuevo desengaño, una nueva decepción?. Habrá que pensar en ello...
…Y tú, ¿qué opinas?. ¿Estás de acuerdo? ¿Confías en los políticos?.
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SIN MUSICA LA VIDA SERIA UN ERROR. - Friedrich Nietzsche -
Así Pienso. Así te lo he contado. … En Breve,
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Paco Fernández