viernes, 20 de julio de 2012

57. RESPONSABILIDAD AL VOLANTE II

Nuestros hijos nos imitan en todos los aspectos de la vida, en casa, en la calle, en el coche… por este motivo tenemos que ser un ejemplo para ellos, y si estamos controlados en el coche llevando las situación con calma y paciencia, nuestro hijo sabrá que se debe actuar de esa manera. “. Paco Costas – Periodista español especializado en temas del motor -
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Como decía en la publicación anterior, “ RESPONSABILIDAD AL VOLANTE I “,  prácticamente toda mi jornada laboral, me la paso conduciendo, la mayor parte de ella, en ciudad. Por tal motivo, no es de extrañar que, a menudo, sea testigo directo de alguna acción o comportamiento de determinados automovilistas que, desde luego, no son un ejemplo a seguir por parte de nadie.

Quizás pueda parecer muy duro con lo que a continuación voy a comentar. …Pero no creo que me aleje mucho de la realidad, ya que es lo que, por desgracia, se ve y se palpa cuando estás casi permanentemente en la calle.

Frecuentemente, suele decirse que algunas personas, cuando se “pasan de copas”, se emborracha o se suben a un coche, se trasforman, se convierten en otras, no son ellas. Para mí, no es así; …en absoluto; personalmente, me parece una tontería, no estoy de acuerdo. Yo, más bien creo que exteriorizan, sacan a relucir su verdadera personalidad, a menudo un tanto oculta por una buena dosis de falsedad. Manifiestan su mala educación, comportándose de una manera totalmente incívica, insolidaria, irrespetuosa con los demás usuarios de la vía pública, sean peatones o automovilistas, perdiendo los nervios y los papeles sin ningún motivo que lo justifique, si es que alguna vez puede haber un motivo. Esa es su verdadera forma de ser, su temperamento, el mismo que tienen en su vida cotidiana, aunque, normalmente, lo tengan oculto, escondido. Se trata de su sello de identidad.

No me parece que uno pueda ser buena persona, dialogante, solidaria, respetuosa … , con sus amigos, en su trabajo, con la familia, en sus relaciones sociales habituales y, de buenas a primeras, se convierta en una especie de cafre, en un maleducado, en un intolerante, a veces en un descerebrado, transformándose, en ocasiones, en alguien que arriesga su vida y, lo que es mucho peor, la de los demás. Todo ello, simplemente por sentarse al volante de un vehículo. Personalmente, pienso que este comportamiento en un individuo, es fiel reflejo de cómo es, de cómo es siempre.

Puede parecer que, con estas ideas, me he pasado cuatro pueblos, que soy un exagerado. Pero yo creo que no es así. Conduciendo tanto tiempo diariamente, se ve y se oye de todo.

Desde luego, no pretendo hacer pensar que estoy generalizando. También, por supuesto, hay conductores que se desplazan en su vehículo con total educación, honestidad, cediendo el paso, respetando a los demás automovilistas y peatones, … Pero, me atrevería a decir que son los menos. ¡Ah!, …y, ten en cuenta que  si eres un trabajador que trata de desempeñar su labor siendo lo menos molesto posible, siempre que se pueda, desempeñando un servicio público como puede ser un taxista, un repartidor, etc., estás perdido. Al taxista, ni agua. Siempre atravesados en los lugares más inesperados… ¡Qué barbaridad!.

Evidentemente, estoy hablando de Asturias, que es lo que más conozco. De todas formas, yo he ido con mi familia a pasar las vacaciones durante varios años a las Rías Baixas, en Pontevedra y me ha llamado la atención, desde el primer día,  la diferencia de comportamiento que allí tienen los conductores. No te apuran, ni te tocan la bocina nunca. Te ceden el paso para facilitarte la maniobra. Es una forma de actuar mucho más racional y cívica. Como debería ser siempre y en todas partes.

María de Villota
Mirar, conozco a una persona que, por motivos de trabajo, pasa largas temporadas en la isla de Tahití, localizada en un archipiélago de la Polinesia Francesa, en pleno Océano Pacífico y me comenta que allí se puede ver, con gran asombro, como los coches se detienen al aproximarse a un paso de peatones si se percatan de  que hay alguna persona a unos dos o tres metros de este, sin saber ni siquiera si va a cruzar o a continuar caminando de largo. Ni un solo vehículo prosigue su marcha; todos cumplen la norma escrupulosamente. ¿Adivináis lo que se hace aquí en una situación similar?. Acelerar para pasar más rápido el paso de cebra. …No vaya a ser que al “molesto“ peatón, le de por cruzar con la consiguiente pérdida de tiempo … ¡Qué país este!.

Ya para terminar, una idea personal: al volante, conduciendo, siempre con mucha calma, totalmente relajados. A veces, con el ritmo de vida que llevamos, es difícil hacerlo así, pero las prisas y los agobios son malos compañeros de viaje. …Y, si no lo hacemos de este modo, sino todo lo contrario, es decir, con ansiedad, estresados, refunfuñando y haciendo gestos, incluso obscenos, a los demás conductores, aparte de ser peligroso porque un día nos podemos encontrar con otro igual que nosotros y tener un disgusto, más tarde o más temprano, podemos tener serios problemas de salud, especialmente coronarios. La “mala leche” es lo que trae, se paga.

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SIN MUSICA LA VIDA SERIA UN ERROR. - Friedrich Nietzsche -
  • Tema Musical  : Ocean Breeze
  •  Intérprete        : KENNY G.
  • Año                 : 2.002
  • Género            : JAZZ
  • Título Album    : Paradise
  • Notas              : 

Así Pienso. Así te lo he contado. … En Breve, 
Nueva Publicación. Te espero ...
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Paco Fernández