miércoles, 9 de noviembre de 2011

13. MOTIVAR E ILUSIONAR A LOS ALUMNOS

En cierta ocasión oí a una profesora afirmar, refiriéndose a la forma en cómo ella enseñaba en su clase de primaria, lo siguiente: “ Aquí, no hay niños especiales. Tenemos que tratar a todos por igual, sin distinciones entre ellos “.

Pues yo no puedo estar más en desacuerdo. En un colegio, exactamente igual que en la vida adulta, cada niño es diferente. Hay niños que son “angelitos” y obedientes, otros traviesos, algunos a los que les cuesta más aprender una determinada asignatura, tal vez los haya un poco tímidos, otros aprensivos y temerosos de hacer algunos ejercicios en gimnasia; puede que ciertos niños sean mal educados o descarados y contestones, o quizás despistados. Algunos serán muy trabajadores y les encantará la Informática o el Inglés pero, sin embargo, en Lengua o Plástica no querrán dar “ ni golpe “, …Y así podríamos seguir con una retahíla infinita de niños diferentes. Igual que hay profesores y colegios distintos, que enseñan de otra manera, también hay alumnos que son distintos. …Y eso, es bueno.

Sería muy aburrido que todos fueran iguales, con el mismo carácter y los mismos gustos. ¡Sería espantoso!. No me imagino a todos los “ peques “ diciendo que de mayores quieren ser médicos o azafatas de líneas aéreas. ¡ Menudo caos !. No habría en el mundo ingenieros, ni periodistas, ni secretarias, ni bomberos. Entonces, … ¿ quién apagaría los incendios ?.

Bromas aparte, lo que yo entendí y esta señorita quiso manifestar es que en su clase a todos se les trataba por igual y de la misma manera, siguiendo un mismo patrón. Que ella no estaba dispuesta a cambiar ni un ápice su forma de enseñar simplemente porque uno o dos o unos cuantos no se ajustaban a lo que ella creía que un niño debería ser. Que siempre había enseñado de una forma y no le interesaba cambiar absolutamente nada para intentar mejorar el rendimiento de un alumno.

En mi opinión estaba muy equivocada. …Y, además, cualquier profesor, cualquier maestro demuestra lo inteligente que es sabiendo adaptase a cada alumno, especialmente siendo pequeños ( caso aparte es la edad de la adolescencia, una edad muy difícil). Un buen profesor, como educador que es, debe entender y aprender el carácter de sus educandos y su forma de comportarse en clase y con los demás compañeros. Y, lo más importante, debe idear algún método que le MOTIVE, que le entusiasme para trabajar; que se sienta con muchas ganas de hacer tareas, de participar, de INTERESARSE por las materias que se imparten. Que el alumno tenga ansias de saber, de conocer.

Un profesor, no lo tiene todo aprendido y la experiencia debe valerle para conocer mejor a los chicos/as con los que trata todos los días. Debe reconocer muy bien a aquellos con los que deba modificar un poco su método de enseñanza para que se sientan más apreciados y motivados. A los que tenga que dedicar un poco más de tiempo para que puedan seguir el ritmo normal de la clase. Sino hace esto, se está arriesgando a que su alumno se quede relegado y fracase escolarmente.

Para finalizar y evitar que se me interprete mal, quisiera comentar que los profesores, actualmente, desde mi punto de vista, tienen un trabajo que no es nada envidiable. Su profesión, en determinados casos, puede considerarse de alto riesgo. No son nada valorados y, en ocasiones, por parte de algunos padres pueden ser despreciados, insultados e incluso agredidos. No es de extrañar la cantidad de bajas por depresión que a veces publican los medios de comunicación. Como en todos los gremios, los hay malos y buenos pero una gran mayoría son personas que viven su trabajo y se preocupan de que sus alumnos salgan adelante con éxito.

2 comentarios:

  1. fatima - Estoy totalmente de acuerdo. No se puede usar un sólo patrón para todo el mundo. Es esencial ser flexible y comprensivo y tener en cuenta a cada momento los problemas particulares de cada estudiante. Nosotros tenemos jóvenes con varias necesidades educativas especiales (dislexia, hiperactividad, autismo) y cada uno tiene su plan individual de aprendizaje. No es facil enseñar a una clase con todos estos problemas mezclados y hay que tener mucha vocación para que se apliquen y tengan éxito en la vida escolar.

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  2. Muchas gracias Fátima. Estamos de acuerdo. Pero los que deberían de verdad entenderlo son esos profesores que no opinan igual. Es cuestión, como tú dices, de tener vocación. ( DEBIDO UN PROBLEMA CON EL BLOG, BORREO LA ENTRADA Y LA VOLVI A PONER CON LO QUE PERDI EL COMENTARIO ORIGINAL. LO SIENTO )

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Paco Fernández