lunes, 24 de octubre de 2011

7. INTERNET: EL PELIGRO ESTA AHÍ, ... EN CASA.

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Sobre todo en los últimos 15 ó 20 años, los avances experimentados en materia de informática y nuevas tecnologías, han sido espectaculares. De aquel viejo PC de principios de los años 80 del siglo pasado ya no queda absolutamente nada y actualmente el acceso a los ordenadores e internet, en un país desarrollado como España, es prácticamente del 100% de la población, encontrándose estos perfectamente introducidos en todos los colegios y hogares del país.


Sin ninguna duda, la aparición de los primeros Pcs así como su posterior trasformación en los años siguientes, ha supuesto una importante revolución para la humanidad. Inicialmente, lo único que manejaban estas viejas máquinas eran grandes volúmenes de texto o bases de datos; posteriormente se fue viendo que, con esa información, también se podían integrar imágenes en diferentes formatos e incluso vídeos. Apareció el correo electrónico, mediante el que nos poníamos en contacto unos con otros, enviándonos mensaje de texto, los cuales podían ir acompañados de imágenes, vídeos o cualquier otro fichero. Más recientemente, aparecieron los chat o “salones de discusión” y las redes sociales como Facebook, Twitter o Tuenti; con ellas podemos publicar información que compartimos con una serie de “amigos“ o contactos que tenemos vinculados a nuestra cuenta y, además, lo hacemos en tiempo real.

En esta publicación, no pretendo hablar sobre la historia de las computadoras desde sus inicios hasta nuestros días sino que, lo que quiero, es dar un toque de atención sobre un tema que a los que tenemos hijos en edad escolar debería preocuparnos muchísimo y que, sin embargo, a veces, no le prestamos la debida atención. Me refiero al uso de la informática que hacen nuestros chicos, demasiadas veces sin el control de un adulto, en lo que se refiere al tiempo de utilización o a los contenidos por los que se mueven.

Seamos realistas: en internet puede estar presente cualquiera que lo desee y se puede publicar cualquier información, de forma anónima o con una identidad falsa. Por lo tanto, debemos pensar que, de todo lo que encontramos, una parte, a veces la mayor parte, es falsa; quien lo dice o escribe, no lo hace con sinceridad.

Los niños, esto no lo contemplan y llenos de una gran curiosidad, se introducen en cualquier chat que les resulta interesante, entablando, a través del teclado, conversación con cualquiera, sin percatarse de que el que les habla, puede que no sea de su edad, sino un “mayorón” que se hace pasar por niño o, en vez de chica, como dice, es chico. Y ellos, ingenuos, le cuentan todo tipo de cosas, entre ellas asuntos muy personales, facilitándole, incluso, algunos datos, como su dirección, colegio al que van, sus horarios o su teléfono. A veces, llegan a pedirles a los menores, que les manden fotografías donde estén ligeros de ropa o incluso que enciendan la webcam y se vayan quitando prendas de vestir.

Pensemos por un momento en un gran patio o campo que hay delante de nuestra casa. Imaginémonos que en él hay muchos niños y gran cantidad de personas que han dejado atrás la adolescencia hace muchos años. De estos, casi la mayoría son delincuentes que ocupan su tiempo en idear todo tipo de fechorías como robar el bolso a las viejecitas o atracar el quiosco de prensa que hay en la esquina, quedándose con la recaudación e ir con ella a ver a un “camello,” muy conocido por la policía, pero que “mola” porque te facilita la droga que le pidas. Algún padre o madre, en su sano juicio, ¿ permitiría a su hijo rodearse de esta gente y que pasara unas horas con ellos, siendo adiestrado e influenciado para llevar a cabo sus actos delictivos ?.

Pues bien, creo que no exagerado afirmar que esto mismo es internet para un menor sin un control por parte de algún adulto. El ordenador es “la calle”, llena de peligros. No estoy diciendo que debamos convertirnos en policías de nuestros hijos; no es esa la cuestión.

Lo que digo es que se les debe controlar el tiempo que dedican a estar en el ordenador conectados; no dejarles estar, porque así no molestan y están entretenidos un rato. Personalmente no estoy de acuerdo en que un niño tenga este aparato en su habitación porque eso es una gran tentación y, mientras creemos que duerme, puede estar chateando o navegando a su anchas. Lo mismo opino del teléfono móvil ya que , sobre todo los de última generación, te permiten conectarte a Internet y hacer lo mismo que harías con el portátil, por ejemplo. Además, debemos conocer por donde se mueven, qué contactos o amigos tienen en redes sociales como Facebook o Tuenti, tan de moda y con tanta aceptación, esta última, entre los adolescentes.

Por otra parte, actualmente hay multitud de programas que nos permiten filtrar contenidos, es decir, bloquear determinadas páginas web o sitios de la gran Red que es Internet, con contenidos NO APTOS para gente menuda.

Soy consciente de que sobre este tema se ha escrito mucho pero algunos padres parece que no terminan de enterarse de que el problema es real, no virtual y que va en aumento con un crecimiento exponencial. Casi a diario nos enteramos por los medios de comunicación de casos en los que son detenidas muchas personas por pedofilia, pornografía infantil o acoso a trabes de redes sociales. Y, lo peor,...; ver que algunos de estos arrestados son padres que exponen a sus propios hijos y trafican con imágenes de estos o profesores que forman parte del sistema educativo y que por lo tanto tienen un contacto muy frecuente con niños o chicos y chicas jóvenes.

En resumen, el ordenador y, mas concretamente INTERNET, es algo maravilloso, estupendo y que ofrece multitud de posibilidades de todo tipo. … Pero, no debemos olvidar, sobre todo los que tenemos hijos, que tiene su parte NEGATIVA Y PELIGROSA, muy especialmente para los que son más vulnerables e ingenuos, LOS NIÑOS.

¡¡ Cuidemos de nuestros chicos para que tengan un DESARROLLO SANO Y FELIZ !!. No los dejemos en manos de unos desalmados que se aprovechan del anonimato y de los muchos vacíos legales que hay en todo lo que se refiere a la Red de Redes.

1 comentario:

  1. Lo mismo que he dicho sobre el ordenador en la habitación, lo digo sobre la TV. No estoy de acuerdo que, desde la cama, se vea la tele. Mejor en el salón o en otra parte de la casa. La habitación de un niño, creo que debe ser para dormir, solo para eso.

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Paco Fernández